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CASA VERTICAL



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La vivienda, situada en un entorno con construcciones dispersas, surge ausente de toda referencia y fuertemente condicionada por la abrupta topografía de la parcela. En respuesta a la excesiva pendiente de la parcela se opta por introducir la vivienda en el terreno dividiéndola dos volúmenes que permiten la transición vertical sin renunciar a la creación de dos plataformas horizontales que serán las superficies convivenciales de la vivienda: el jardín de cubierta y la zona de juegos enfrentada a las habitaciones. Constructivamente la vivienda se presenta como un único volumen pétreo, tosco, herencia del surgimiento del proyecto desde el propio terreno.

FECHA PREVISTA DE FINALIZACIÓN: 08/2012

AUTORES: Patricia Muñiz Núñez y Luciano González Alfaya


 

DATOS:

SITUACION:                                      Lugar de Bouzas, Santiago de Oliveira (Ponteareas) (Pontevedra)

SUPERFICIE DEL SOLAR:            890 m2

SUPERFICIE CONSTRUIDA:        252’50 m2

NUMERO DE PLANTAS:                2 (una sobre rasante y una bajo rasante)

PRESUPUESTO:                             125.650 euros

PROPIETARIOS:                              Carlos Martínez Cabaleiro y Mónica Martínez Da Cruz

ARQUITECTOS:                               Patricia Muñiz Núñez y Luciano González Alfaya

APAREJADOR:                                 Anxo Pérez Fraguela

EMPRESA CONSTRUCTORA:     GBT Construcciones

 

PLAZOS

PROYECTO:                                     Agosto 2007

INICIO DE OBRA:                            Marzo 2011

PREVISION FINAL DE OBRA:       Agosto 2012

 

MEMORIA DESCRIPTIVA:

La vivienda, situada en un entorno con construcciones dispersas, surge ausente de toda referencia y fuertemente condicionada por la abrupta topografía de la parcela. Esta situación fue determinando desde el comienzo el proyecto, al carecer de elementos externos con lo que dialogar y situarse en un terreno tan agreste, la vivienda plantea la resolución de los conflictos en sí misma, intentando transformar las dificultades en oportunidades.

El primero de los factores generadores del proyecto es la pendiente. La imposibilidad de situar en la parcela una vivienda convencional nos obligó desde los primeros bocetos a introducir la vivienda en el terreno facilitando la comunicación de las dos partes de la finca y generando en los espacios intersticiales las condiciones óptimas de habitabilidad para sus ocupantes. De este modo la casa se divide en dos volúmenes que permiten la transición vertical sin renunciar a la creación de dos plataformas horizontales, orientadas al sur, que serán las superficies convivenciales de la vivienda: el jardín de cubierta y la zona de juegos enfrentada a las habitaciones.

 

Precisamente el jardín de cubierta actuará como catalizador de las actividades y rótula de percepción para sus usuarios; un salón y comedor volcados hacia una superficie plana que, conjuntamente con el alero superior, enmarca la línea del horizonte que se percibe al final del valle. El significado de este espacio se refuerza con la colocación en este nivel de una pequeña piscina que permite su uso prologado -asociada a la energía geotérmica de la vivienda- y traslada a esta zona las principales actividades convivenciales.

Otro aspecto relevante de la influencia del lugar y la topografía es la adecuación volumétrica de la vivienda a las demandas de iluminación y perspectivas visuales más convenientes en cada estancia. Así, mientras las habitaciones se sitúan en la planta inferior pero orientadas a sur, en la parte alta se ubican los usos diurnos trasladando la cocina al frente de la parcela y la zona de estancias hacia la superficie ajardinada.

Constructivamente la vivienda se presenta como un único volumen pétreo, tosco, herencia del surgimiento del proyecto desde el propio terreno y como elemento sólido de transición entre la parte de acceso y la zona inferior de la parcela, entre las cuales hay siete metros de diferencia, aunque en apariencia la vivienda se resuelva únicamente en dos plantas. Esta pieza de piedra es horadada hacia el sur para introducir un patio en las habitaciones de modo que la incidencia solar y, por tanto, la inercia térmica de la vivienda, sea mayor. En el exterior se utiliza madera de cedro para enfatizar la verticalidad de este espacio y mantener la vinculación con los elementos naturales del entorno.

La complejidad de la cubierta, que genera una secuencia de espacios interiores en la parte alta de la vivienda, se resuelve con la utilización del zinc en su color natural lo que, además, facilita el encuentro con la múltiples irregularidades de la granito. En el interior, la convergencia de cuatro espacios -distribuidor, cocina, comedor y estar- se sectoriza mediante el empleo de falsos techos que contribuyen a controlar la escala de las estancias.

Por último debe resaltarse el empleo de energía geotérmica en la vivienda lo que, especialmente en un entorno rural, contribuye a una mejora de la sostenibilidad y un mayor aprovechamiento energético, ya que la energía sobrante se destina a la piscina situada en la cubierta ajardinada. De este modo, la vivienda pierde sus referencias de acceso y salida con el terreno, formando una pieza continua en la que volumen y lugar forman un mismo conjunto.

Descarga el panel del proyecto (pdf) 

 

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