La directiva 2014/24/UE, aprobada por el Parlamento Europeo y la Comisión de la Unión Europea, establece, en su artículo 22, que “para contratos de obra y concursos de proyectos, los estados miembros podrán exigir el uso de herramientas específicas, como herramientas de diseño electrónico de edificios o herramientas similares”. Además, prevé que los poderes adjudicadores deben ofrecer medios de acceso alternativos hasta el momento en que dichos herramientas estén disponibles de forma general.
Dentro del proceso de transposición de la Directiva, el Gobierno ha creado la Comisión BIM España, presidida por el Ministerio de Fomento, para elaborar propuestas que puedan ser incorporadas en la revisión de la Ley de Contratos del Sector Publico.
Independientemente de los avatares políticos o administrativos del desarrollo de la Ley, se está iniciando la generalización de procedimientos y herramientas que mejoran los métodos tradicionales de representación y definición del proyecto arquitectónico, dentro de un proceso que impone al sector de la edificación un funcionamiento transversal y coordinado entre todos los agentes, y que comprende todas las fases de la vida útil del edificio.
Por todo ello, el CSCAE quiere poner de manifiesto las siguientes consideraciones, que han de guiar la posición de sus representantes en la Comisión BIM España:
- La implantación de sistemas BIM es compatible, y se adecua perfectamente, con el modelo profesional del arquitecto español.
- La “maqueta digital” resultante de la aplicación de los sistemas BIM refuerza la idea del proyecto único, arquitectónico, recogida en el marco legal vigente en el sector, la Ley de Ordenación de la Edificación.
- La implantación de sistemas BIM supone una oportunidad para la mejora de la relación entre todos los agentes de la edificación, en la medida que cada uno realice el esfuerzo de asimilación de los modos de participación que corresponda.
- A medio plazo, la mayor parte de los arquitectos españoles realizaran sus trabajos con sistemas BIM. El proceso de adaptación debe realizarse teniendo en cuenta la actual estructura empresarial en el sector de los servicios de arquitectura, con medidas que faciliten el acceso a la formación, equipos, y aplicaciones informáticas, con costes y plazos asumibles.
El CSCAE, dentro de su ámbito competencial, está elaborando una estrategia formativa, coordinada y compartida a nivel estatal, para todos los arquitectos interesados.