- Esta acción surge del convenio entre el CSCAE y ClimatTrade para desarrollar iniciativas digitales conjuntas que redunden en la lucha contra el cambio climático y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU
- La Calculadora de Huella de Carbono es una herramienta digital que busca ayudar a despachos profesionales y pymes a alcanzar la neutralidad a través de proyectos de compensación de emisiones en todo el mundo
Madrid,21 de diciembre de 2021.- En el marco del compromiso que viene manteniendo en la lucha contra el cambio climático, el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) ha medido su impacto medioambiental durante el pasado año, resultando un consumo de 16 toneladas de CO2. Este cálculo se ha realizado mediante la Calculadora de Huella de Carbono, una herramienta digital fruto del convenio de colaboración entre el Observatorio 2030 y ClimatTrade. Tras realizar el cálculo, esa huella de carbono pasó a ser neutralizada mediante la contribución a proyectos en España y Latinoamérica asociados a la plataforma.
El primero de los proyectos con los que el CSCAE ha mitigado su impacto de carbono se encuentra en Navarredonda de Gredos, en España, relacionado con la plantación, conservación y mantenimiento de árboles, plantas, y vegetación de toda la superficie forestal. Con su aportación, el Consejo ha ayudado a desarrollar en esta zona acciones para potenciar el fortalecimiento de la biodiversidad con mayor resistencia al cambio climático y facilitado la creación de sumideros de CO2 para gestionar la obtención de créditos de carbono a través de la certificación de plantaciones. También su colaboración ha ayudado a realizar proyectos de investigación científica en beneficio del medio ambiente y para la obtención de recursos sostenibles, optimizando la creación de empresas de tecnología que gestionan las plantaciones y su conservación. Finalmente, aportando a este proyecto, ha impulsado el desarrollo de las zonas rurales de actuación, revirtiendo la tendencia de despoblación de estos territorios. El segundo lugar en el que el CSCAE ha aportado tras hacer uso de la herramienta digital ha sido en Brasil, en el proyecto de recuperación de gas de relleno sanitario, generación de energía y distribución de biogás del Centro de Tratamiento de Residuos de Santa Rosa.
La herramienta, desarrollada por ClimateTrade, hace uso del estándar Greenhouse Gas Protocol para realizar los cálculos relativos sobre el consumo eléctrico y transporte, ofreciendo tras ello un desglose de las emisiones de CO2 equivalentes durante un año. Una vez completado el registro y realizado el cálculo, el CSCAE seleccionó en el marketplace de la aplicación dos de los proyectos medioambientales con los que colabora la plataforma para neutralizar ese consumo total; todo mediante un proceso sencillo y digital accesible que permite a las empresas del sector transitar hacia modelos de negocio más sostenibles. La Calculadora de Huella de Carbono facilita a despachos profesionales, pymes y grandes empresas la oportunidad de acceder a innovadores servicios de compensación de emisiones con los que contribuir a la consecución de los ODS 3 (salud y bienestar), 9 (industria, innovación e infraestructuras), 7 (energía asequible y no contaminante), 11 (ciudades y comunidades sostenibles) y 13 (acción por el clima), entre otros. Además, el Observatorio 2030 del CSCAE se considera que es necesario impulsar políticas que tengan en cuenta todo el ciclo de vida de los edificios para alcanzar la neutralidad climática. Las empresas al hacer uso de esta herramienta pueden materializar su contribución directa a los ODS en decenas de proyectos en el mundo y, así, tener transparencia de los países y desarrolladores a los que se aportan los fondos en un entorno digital avanzado con una excelente experiencia de usuario.
En España, los edificios consumen, aproximadamente, el 30% de la energía final del país y son responsables del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que las emisiones directas de CO2 de los edificios deberían reducirse a la mitad para 2030, y las emisiones indirectas del sector de la construcción en un 60% para lograr la meta del objetivo de cero emisiones netas de carbono para 2050. Las fases de construcción, demolición y cadena de suministro de materiales suponen, por ejemplo, entre el 10 y el 20% de la huella de carbono generado por las construcciones. Descarbonizar completamente los edificios en los próximos años es una de las misiones contempladas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU.
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