En junio de 2015, el Consejo Europeo de Profesiones Liberales (CEPLIS) renovó la declaración de los valores comunes que dan sustento deontológico a las organizaciones que lo componen. En ella se recogía la importancia de la que es considerada la esencia de la labor profesional: el acto profesional, cifrado desde la deontología y la excelencia a través de la formación continuada; pilares fundamentales sobre los que articular una defensa de las profesiones ante los desafíos desreguladores a los que nos enfrentamos.
De manera sintética, la actividad profesional puede definirse como una tarea intelectual que requiere un alto nivel de conocimiento y está sujeta en su desempeño a un código de conducta. Así pues, la deontología es uno de los factores esenciales que distingue a una profesión: es un sistema de autorregulación del que se dota una corporación profesional que por encomienda de la sociedad tiene reconocidas atribuciones propias en un campo determinado, con el fin de garantizar que las ejerce con sentido de responsabilidad y enfocándolas hacia la defensa del interés general.
Es decir, más allá de la disposición del correspondiente bagaje académico reglado, un titulado se constituye en un profesional, con todo lo que este término comporta, en la medida que somete su ejercicio a un conjunto de normas de conducta voluntariamente promulgadas y asumidas por la corporación en su conjunto, como una especie de contrapartida que justifica el reconocimiento por parte de la sociedad de unas atribuciones específicas.
El nuevo código de los arquitectos
En concordancia con estos principios, los arquitectos españoles, a través de nuestras organizaciones representativas hemos aprobado y ha entrado en vigor recientemente un nuevo Código Deontológico en sustitución de unas vigentes normas que, con ligeras modificaciones, databan de 1971. Es evidente que en estos 45 años se han producido profundas transformaciones en la sociedad en su conjunto, y en el ámbito particular de nuestra profesión, que obligaban a una revisión integral del cuerpo normativo regulador de la conducta profesional de los arquitectos.
Esta iniciativa, desarrollada en un largo proceso de elaboración durante más de un año y medio, ha dado respuesta al alto nivel de exigencia moral que la sociedad reclama hoy día y, a la vez, ha fijado un modelo de ejercicio para el conjunto de la profesión y especialmente para la masa de nuevos titulados que se enfrentan a un horizonte muy difícil y falto de referencias. A fin y al cabo, el ejercicio de las profesiones está ligado, ya desde Hipócrates, a un compromiso ético que en el presente siglo XXI ha adquirido un papel esencial. Desgranando sucintamente su contenido, el nuevo código introduce pautas de conducta sobre aspectos de la profesión de arquitecto que han surgido en los últimos años y sobre las que había un vacío deontológico. Aspectos como la propiedad intelectual, la formación continua, la acreditación curricular y la mediación y el arbitraje se dotan de una regulación adaptada a los nuevos tiempos.
En el campo del ejercicio libre, el Código afronta la asimetría en la relación contractual entre el arquitecto, conocedor de las particularidades del servicio que oferta, y un cliente que con frecuencia no dispone de conocimientos ni fuentes de información suficientes para discernir el contenido preciso de los compromisos mutuamente adquiridos ni para evaluar la calidad de la prestación. Cabe destacar también la profusa campaña de información y comunicación, de marcado carácter didáctico y divulgativo, que desde el Consejo hemos realizado para poder llegar a cada uno de los profesionales de todo el territorio nacional.
El Código Deontológico de los Arquitectos es un documento abierto al público, disponible para cualquiera que quiera informarse y de consulta muy recomendable para todo aquel que sea perceptor de un acto profesional protagonizado por un arquitecto.
Por Jordi Ludevid i Anglada
Presidente del CSCAE
Artículo publicado en El Blog de las Profesiones, dentro de la campaña de Deontología Profesional que durante el mes de febrero lleva a cabo Unión Profesional en redes sociales bajo la etiqueta #deontologiaUP.