Inauguramos hoy las Décimas Jornadas del CGPJ y el CSCAE organizadas por la UAPFE.
Unas Jornadas que se han constituido ya, así lo percibimos nosotros, como una herramienta indispensable al servicio de la colaboración entre el Poder Judicial y la Administración de Justicia, de una parte, y los Arquitectos y el sector de la edificación y del urbanismo, de otra. Con esta son ya diez Jornadas bianuales, que no abarcan una década, sino dos. Es decir 20 años de trabajo en común y de colaboración. Enhorabuena, pues.
En efecto, de una parte, los jueces y magistrados, los órganos jurisdiccionales, la administración de justicia, necesitan conocer la realidad de los conflictos y los vínculos contractuales de la sociedad civil que interviene en un ámbito tan especializado y complejo como el de la edificación y el urbanismo. De otra, también resulta evidente, que los arquitectos y sus instituciones, necesitamos actualizar constantemente nuestro conocimiento de la Jurisprudencia y de la interpretación de las fuentes del ordenamiento jurídico que nos afecta, para el mejor desarrollo de nuestras importantes tareas profesionales.
Así, a lo largo de estos 20 años, estas Jornadas han ido creando un auténtico archivo histórico de ponencias de referencia, indispensables y consultables, sobre temas tan fundamentales como la LOE, la Ley del Suelo, la Responsabilidad Civil y el Seguro, la Planificación Urbanística o la Institución de la Expropiación, por recordar algunas de entre otras muchas cuestiones tratadas.
Me complace, pues, renovar hoy ante ustedes nuestro más firme compromiso de continuidad en la organización de estas Jornadas bianuales, compromiso que me consta es compartido por el Consejo General del Poder Judicial.
Comentarios sobre el contexto actual:
Imperio de la ley, competitividad, corporaciones de derecho público, prevaricación.
Quisiera, más allá de este compromiso de futuro, compartir con ustedes unas breves reflexiones de actualidad sobre nuestro sector, el sector de la arquitectura, de la edificación y del urbanismo, al que nos debemos y en el que, como saben, además de nuestro trabajo, intentamos aportar siempre claridad de ideas, un cierto orden, mucha ilusión y siempre siempre siempre el mayor rigor jurídico posible. Un sector complejo, con muchos agentes, que está sin embargo perfectamente regulado por la LOE. Un sector también convulso y amenazado por una crisis terrible, por algunas turbulencias internas y por una falta evidente de apoyo financiero.
Aunque conocido, quisiera subrayar de nuevo, el compromiso de nuestra estructura colegial, de los Colegios y del Consejo Superior, con el respeto a la legalidad y al derecho edificatorio y urbanístico y a su correcta interpretación y aplicación, como condición básica para el buen funcionamiento del sector de la Arquitectura. También por cierto, quisiera destacarlo, como condición básica de una competitividad bien entendida.
En efecto, en una sociedad abierta, no hay competitividad posible sin una apuesta firme por los principios de transparencia y de seguridad jurídica, sin unas reglas claras y, sobre todo, aceptadas por todos. Porque competir no es confundir y competir tampoco consiste en discutir y violentar las leyes. Competir es otra cosa.
Al fin y al cabo, nuestra condición de Corporaciones de Derecho Público nos obliga especialmente a respetar el principio de legalidad. No somos asociaciones, no somos sindicatos, somos Colegios, y nuestra actividad no se limita a la reivindicación profesional, sino que se orienta también al interés público y a la sociedad. Sobran pues, en este momento más que nunca, y cualesquiera que sea su origen, frivolidades y confusiones.
Cooperación y proyectos
Queridos amigos, nuestra misión como arquitectos son unos servicios profesionales de calidad mediante un ejercicio profesional responsable y honesto, libremente ejercido. Y, sin embargo, en nuestro sector, un sector complejo, la calidad no se alcanza sin la colaboración transversal de los agentes, lo que nos exige a todos una necesaria lealtad. Porque la calidad es un proceso al servicio de los ciudadanos y el desarrollo de ese proceso se hace imposible sin esta colaboración.
Así pues, condenando de antemano cualquier atisbo de prevaricación, las corporaciones profesionales que representan a los arquitectos se centran hoy en promover servicios de calidad, responsables, eficaces y libremente contratados en una sociedad abierta. Y se centran también en promover un ejercicio profesional responsable. Es por todo ello que les anuncio que el Consejo Superior está redactando ya un nuevo Código Deontológico de la profesión de arquitecto para toda España, adaptado a los nuevos tiempos.
Acabo. Las nueve Jornadas anteriores y esta que ahora se inaugura son fruto de la exitosa colaboración de unas instituciones como las nuestras que, siendo distintas, no se pliegan a visiones miopes ni autistas del poder público y la sociedad civil, que miran hacia los lados y que se ofrecen a la colaboración transversal e institucional responsable e inteligente.
Todos debemos congratularnos por ello, y con más razón hoy, cuando los ciudadanos, terriblemente cansados y hastiados de tantos tacticismos parciales, nos exigen amplios acuerdos transversales que den aliento y salida a las ilusiones y a los grandes proyectos colectivos. Como, sin duda, lo son la arquitectura y el urbanismo. Y estas Jornadas son un magnífico ejemplo.
Muchas gracias a los organizadores por su gran tarea. A los representantes del CGPJ, a la UAPFE, y en especial a su presidente, a los comités de trabajo. Muchas gracias también al Consejo Andaluz de Colegios, al Colegio de Arquitectos de Almería y a su Decano, por su contribución. Y muchas gracias a las instituciones locales, Diputación y Ayuntamiento de Almería por su calurosa hospitalidad y amable acogida.
Muchas gracias en fin a todos ustedes por su participación y por su inestimable apoyo, sin el cual, estas Jornadas, las Jornadas de Almería, no hubieran sido posibles.
Almería, 4 de junio de 2015
Jordi Ludevid i Anglada,
Presidente del CSCAE