"Las mujeres estamos más presentes y somos más visibles en el mercado actual, y eso fomenta que las relaciones en el sector dejen de ser tan cerradas"

Elena Gimeno Bayés (arquitecta) forma junto a Enrique Pereira (diseñador gráfico) el estudio V&BA. La propuesta de esta joven arquitecta fue seleccionada por el Jurado del Concurso del Logo del CSCAE como la ganadora del certamen para crear la nueva imagen corporativa del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España.

V&BA es un estudio de arquitectura, diseño y comunicación gráfica con base en Baiona, Pontevedra. En él desarrollan proyectos integrales resultado de la simbiosis entre identidad, arquitectura, luz y diseño gráfico.

Elena Gimeno, nacida en Barcelona en 1986, ha trabajado junto a Soldevilasss Arquitectes, Francisco Mangado, UPCschool, Artec3, LEMUR (Laboratorio de emergencias urbanas) o MAM arquitectura, entre otros. Aprovechando la coyuntura de la mención recibida por el CSCAE hemos querido compartir unas cuantas preguntas y reflexiones con esta profesional sobre la arquitectura, los cambios del sector o la situación de las mujeres dentro de esta disciplina.

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¿Cómo aplicas tu formación en arquitectura a la disciplina que desarrollas?

Mi formación académica estaba muy orientada a la inserción laboral. El programa académico fundamentalmente estaba más enfocado al desarrollo técnico-constructivo de los proyectos. El aprendizaje realizado durante mis años de carrera, lo complementé con prácticas laborales en varios estudios (con métodos y disciplinas diversas), lo que me permitió ampliar mis conocimiento técnicos y creativos. Gracias a esa intensa etapa, hoy en día soy capaz de llevar a cabo una metodología rigurosa y ordenada de trabajo eficaz en tiempos y procesos, que no solo pone en valor la técnica sino el proceso creativo.

¿Qué salidas u oportunidades ves para profesionales arquitectos de tu generación con similares recursos, formación y aptitudes, dentro del mercado actual?

Tras el fin del construir por construir, se abre un interesante mundo basado en la rehabilitación y la reforma parcial o integral. Sin duda es un buen punto de partida para iniciarte como profesional en el sector y desarrollar las aptitudes adquiridas durante la formación académica. Mi generación ha empezado esta andadura profesional desde la precariedad. Nos estamos reinventando cada día; somos versátiles y multidisciplinares (o por lo menos nosotros lo vivimos así). Creemos en la colaboración y la co participación para crear red y descubrir nuevas oportunidades, que muchas veces se pueden traducir en nuevos proyectos o clientes. Digamos que he aprendido a disfrutar de una nueva arquitectura fuera de los círculos convencionales. Desde mi punto de vista es muy importante conocer nuestro entorno inmediato, saber qué necesidades (o problemas) tiene nuestro vecino y, qué podemos ofrecerle, hay que salir a la calle. Y a partir de ahí, hay que reciclarse, los proyectos no caen del cielo, y mucho menos «los grandes proyectos», los cuales casi por norma caen en manos de un círculo exclusivo de profesionales.

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¿Qué le pides hoy al CSCAE para mejorar tu situación actual?

Para mejorar mi realidad creo que una de las tareas principales sería acercar la arquitectura a la sociedad, a la gente de a pie, con el objetivo de no solo poner en valor nuestro trabajo y la importancia de contratar a una arquitecta, sino para comunicar para qué sirve. Creo que de esa manera, se podría mejorar las posibilidades laborales.

Desde tu punto de vista, ¿qué crees que ha cambiado para las mujeres en la profesión?

Que poco a poco estamos más presentes y somos más visibles en el mercado actual, y eso fomenta que las relaciones entre diferentes profesionales del sector dejen de ser tan cerradas y misóginas. Sin embargo, tenemos que seguir trabajando para mejorar nuestro estatus profesional, que creo que no está reconocido, y más cuando eres mujer y joven. Por ejemplo, en casi todos los estudios en los que he colaborado, la mayoría de «los trabajadores» eran mujeres, y sin embargo, los jefes de equipo y dirección eran hombres. Eso manifiesta que nuestra presencia es real pero que hay que mejorar nuestro grado de participación y condición de la mujer en la práctica de arquitectura.

¿Qué acciones podemos hacer para dar difusión al trabajo de las mujeres arquitectos?

En primer lugar, precisar que existen mujeres arquitectas que vivimos con pasión nuestra profesión. Bien es cierto que colectivamente la difusión de nuestros trabajos no es equitativa a la del arquitecto, y queda mucho trabajo que hacer en ese sentido. Creo que la acción principal y más importante es la de fomentar la presencia de las arquitectas tanto en el ámbito educativo como profesional con el fin de garantizar la representación equilibrada en la sociedad.

¿Crees que difiere tu estatus o remuneración profesional por el hecho de ser mujer?

Sí. En igualdad de condiciones, me he encontrado trabajando por menos remuneración y reconocimiento.

¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos te gusta de ser arquitecta?

Desde que fundé V&BA estudio en 2014, estoy aprendiendo, formándome y descubriendo cómo debo gestionar muchos temas totalmente desconocidos hasta el momento, porque ahora ya no soy solo arquitecta sino también empresaria. Lo que más me complace es la fase de diseño, disfruto mucho en el proceso creativo, siendo capaz de detectar las necesidades reales de mi cliente y revertir los problemas en oportunidades, y si se presenta la ocasión de colaborar con otros profesionales que sumen en ese proceso, mejor aún. Lo que más me cuesta es adaptar y acercar mi lenguaje al de mis clientes y saber llevarlos. Dado que muchos no saben leer planos y no tienen percepción espacial, debo recurrir a otros recursos más visuales para hacerles comprender las propuestas.

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¿El hecho de ser mayoría ya en muchas carreras universitarias, crees que va a cambiar el nuevo rol del arquitecto en la próxima década?

Sí, y además pienso que no debemos de hablar de un rol único, sino que existen diversos. Es muy enriquecedor que coexistan diferentes roles para dar respuesta a la diversidad y pluralidad de la sociedad que nos rodea. Pero para que eso sea aceptado socialmente, se debe empezar a cambiar ese concepto desde las propias universidades.

¿Cuáles crees que son las debilidades y fortalezas en la educación recibida?, ¿qué mejorarías, qué pondrías, qué quitarías?

Considero que la formación recibida permite desarrollar una gran capacidad de adaptación al trabajo intenso y técnico de un estudio tradicional de arquitectura. Pero por otro lado, la formación y el tipo de proyectos desarrollados durante esa etapa se encontraban muy alejados de la realidad que nos envuelve tanto por el tipo de necesidades reales como la gestión integral de un proyecto. Por lo que los programas académicos deben renovarse y ser coherentes con el contexto social en el que vivimos, que fomenten la práctica, la transversalidad y la creatividad.

Siendo un tema importante y de actualidad: ¿Qué opinas sobre los trabajos tanto teóricos como prácticos sobre arquitectura de género que se vienen realizando desde hace unos años?

Que son fundamentales. Estos trabajos, en todas sus diversidades, colaboran a la reflexión de la realidad actual de la perspectiva de género en arquitectura, y ayudan a concienciar a la sociedad sobre la igualdad.

¿Cómo surge la colaboración para fundar vuestro estudio?

Todo comenzó en Barcelona, cuando Kike y yo decidimos presentarnos como equipo a la convocatoria abierta del un programa de voluntariado en diseño y autoconstrucción internacional. Para poder acceder a dicho evento nos tuvimos que inventar un nombre, y de ahí salió V&Ba. De la colaboración entre un diseñador gráfico de Vigo y una arquitecta de Barcelona. Sin embargo, no fue hasta en 2014 que decidimos dar el paso y formalizar el estudio. En plena crisis nuestra locura fue apostar por nuestros propios proyectos, ideas, ilusiones, etc. Nuestra motivación era crear un espacio común para ofrecer soluciones sensibles y creativas a problemas de relación espacial y comunicación visual que nacen de una idea, y se expresan mediante un lenguaje claro, directo y preciso, adaptado a las necesidades y presupuesto de nuestros clientes. A pesar que nuestros primeros trabajos fueron de comunicación gráfica y web (yo tenía algunas nociones básicas de diseño y maquetación web), es ahora cuando comienzan a surgir encargos vinculados directamente con el sector de la arquitectura.

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Sois jóvenes, pero seguro que ya podéis dar algún consejo a vuestros compañeros y compañeras de viaje en esta profesión.

Más que un consejo, nos gustaría recomendar volver a la esencia de lo que queréis ser, queréis comunicar y queréis hacer. Sabemos que el camino es largo (nosotros estamos en él), pero estamos convencidos de que cada paso importa. Empaparse de todo, aunque no sea arquitectura, es importante. Al final te encuentras con que tienes que saber de psicología, sociología, ecología, y porque no, y muy importante contabilidad y gestión empresarial. Que el día a día, la ilusión con la que uno se enfrenta a todos los proyectos y clientes, a pesar del sacrificio y la constancia, la arquitectura es apasionante.

El concurso del Logo CSCAE. ¿Cómo recibisteis la noticia de resultar ganadores? ¿Nos puedes comentar cómo afrontasteis el reto?

Alucinamos. Habíamos trabajado durante días en varias líneas creativas diferentes entre sí. Tratamos de separar la paja del trigo y presentamos satisfechos una propuesta que entendíamos que además de responder al programa, se veía adaptable y flexible en cuanto a la representación de la marca. La noticia nos llegó meses después de presentar, mientras estábamos preparando la comida y comentando probablemente algún aspecto de otro proyecto.

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Proyectos destacados de V&Ba: