• Expertos reunidos en el “Observatorio 2030” constatan la necesidad de crear un modelo de exportación de los valores arquitectónicos
• El presidente del CSCAE define los ODS como ese “lenguaje común” que construye nuevos referentes y alinea las agendas pública y privada

Madrid, 18 de septiembre de 2019. Porque cualquier relato de la calidad ha de ser coherente dentro de las fronteras de un país, pero también en el exterior, el “Observatorio 2030” del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) abordó la necesidad de crear un modelo de exportación que aproveche el prestigio de la arquitectura española en el extranjero como instrumento para la diplomacia cultural.

“Vamos a buscar medios para hacer consistentes los relatos de calidad con las acciones”, señaló el presidente del CSCAE, Lluís Comerón, en la segunda reunión del Grupo de Trabajo “Ciudad y Territorio de Calidad”. Pero, como se puso de manifiesto en el encuentro de la semana pasada, primero, hay que construir ese argumentario, y hay suficientes experiencias para tomar como ejemplo. Así lo demuestran los casos de la Fundación Mies van der Rohe y de la consultora de ingeniería y arquitectura IDOM.

En sus tres décadas de existencia, la Fundación Mies van der Rohe ha logrado hacer del premio homónimo de arquitectura contemporánea “una plataforma que conecta Europa”, como lo describió la responsable de comisariado de la entidad, Anna Sala Giralt. Para muestra, un botón: mientras que, en los primeros años del certamen, las obras recibidas no llegaban al centenar, en la edición de este año fueron 383.

Creado por el Ayuntamiento de Barcelona, el Premio Mies van der Rohe es el mejor ejemplo de que se puede construir una identidad europea desde la Arquitectura, valoró el presidente del CSCAE. Otro ejemplo es IDOM. Con una trayectoria de 60 años, una red de 3.500 profesionales y presencia en 125 países, una de las claves del éxito de la internacionalización de la consultora es el acceso a nuevos mercados de la mano de organismos multilaterales, como la Agencia de Desarrollo o el Banco Mundial, y acompañados de agentes locales. “Da garantías de pago y de proceso limpio”, destacó Manuela Casado, socia de la empresa, que apuntó que, precisamente por esto, es “una vía muy exportable a cualquier estudio de arquitectura”.

Para Casado, uno de los valores de la arquitectura es el de ciudad, entendida “como lugar de encuentro”. Un concepto que está asumido en Europa, pero no fuera de sus fronteras, “y es algo importante”, apostilló. Otros son la sostenibilidad, la tradición, la baukultur, que pone el acento en la calidad del entorno construido, la profesionalidad y la responsabilidad, añadió, desde el CSCAE, Ángela Baldellou.

Y, teniendo presentes estos valores, aún hay un marco común que está sirviendo a las instituciones públicas y a las entidades privadas para estructurar sus diferentes estrategias. Son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU, “un lenguaje común -lo calificó el presidente del CSCAE- para construir nuevos referentes” que permitan la captura de proyectos, la búsqueda de alianzas y la transmisión de conocimiento.

La segunda reunión del Grupo de Trabajo “Ciudad y Territorio de Calidad” también contó con la ponencia de María Piedad Figueras, responsable del programa de Difusión para la Arquitectura del Ministerio de Fomento, que defendió el trabajo que se realiza desde la Subdirección de Arquitectura y Edificación del Ministerio de Fomento combinando, en la difusión de la Arquitectura, la identidad histórico-artística y la innovación.