Al sacrificar lo esencial por lo urgente, terminamos olvidando la urgencia de lo esencial. — Edgar Morin*
Los desafíos que enfrenta la humanidad hoy son numerosos y complejos: la crisis climática, los frecuentes desastres naturales, las agitaciones políticas y las guerras; las crecientes desigualdades, la crisis de asequibilidad, los rápidos avances en la digitalización y la inteligencia artificial. La frontera entre lo virtual y lo real, lo falso y lo verdadero, se vuelve cada vez más borrosa; La desinformación y las operaciones manipuladoras distorsionan nuestra comprensión. Nuestro mundo globalizado, cada vez más urbanizado y polarizado está perdiendo sus fundamentos éticos.
El medio ambiente y el futuro de la humanidad son cuestiones de responsabilidad social, ética y política compartida entre los gobiernos, los sectores público y privado, la sociedad civil y los profesionales.
Como arquitectos/as, estamos capacitados/as para pensar de manera integral para coordinar la experiencia de otras disciplinas, utilizar la tecnología de manera inteligente y encontrar soluciones dentro del contexto, los marcos económicos y legales dados. Pero, como diseñadores/as dentro de equipos interdisciplinarios, somos los/as únicos/as especialistas encargados/as de comprender las necesidades tanto de los/as usuarios/as como de los inversores e interpretarlas en soluciones espaciales en interés de la sociedad. Tenemos el desafío de comprender la complejidad de las situaciones y las interconexiones entre aspectos diferentes, a menudo contradictorios. Esta sensibilidad y habilidad requeridas no es solo un acto racional, sino el resultado del pensamiento y el sentimiento, del conocimiento y la cultura.
Nos ocupamos de la complejidad de forma tanto racional como intuitiva, mientras que sigue siendo cuestionable si la inteligencia artificial, operando únicamente a través de algoritmos programados, puede replicar esto. Lo crucial para el/la arquitecto/a es la capacidad de reconocer lo que es relevante y esencial.
Nuestros diseños deben basarse en lo que nos une a todos/as: nuestra búsqueda común del bienestar y la calidad de vida de las personas. Debemos colocar a las personas en el centro de todos los esfuerzos y contribuir a la cohesión social a través de una planificación urbana inclusiva y diseños arquitectónicos sostenibles. Nuestra responsabilidad es estética, social y ética.
Hagamos de 2025 un año decisivo hacia un mundo pacífico y un futuro más ético con una arquitectura resiliente.
Con mis mejores deseos para el año nuevo.
Regina Gonthier
Presidenta de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA)
*El filósofo y sociólogo Edgar Morin, nacido en París en 1921, es más conocido por su trabajo sobre el pensamiento interdisciplinario y la complejidad.