¿𝙄𝙢𝙖𝙜𝙞𝙣𝙖𝙨 𝙪𝙣𝙖 𝙗𝙞𝙗𝙡𝙞𝙤𝙩𝙚𝙘𝙖 𝙘𝙤𝙣 𝙢á𝙨 𝙡𝙚𝙘𝙩𝙤𝙧𝙚𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙝𝙖𝙗𝙞𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚𝙨 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙚𝙡 𝙥𝙪𝙚𝙗𝙡𝙤? ¿𝙐𝙣 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚 𝙘𝙖𝙗𝙚𝙣 𝙩𝙤𝙙𝙖𝙨 𝙡𝙖𝙨 𝙚𝙙𝙖𝙙𝙚𝙨, 𝙩𝙤𝙙𝙖𝙨 𝙡𝙖𝙨 𝙥𝙖𝙡𝙖𝙗𝙧𝙖𝙨?
Está en Salinas, Asturias. Acompáñanos con una nueva #ArquitecturasParaLaIgualdad.
La Biblioteca Pública de Salinas es un proyecto del estudio RAAL Arquitectura, que integran Nacho Ruiz Allén y Sara López Arraiza. Un espacio accesible, amable y abierto, que hoy es el corazón cultural de su comunidad.
Impulsado por el Ayuntamiento, el proyecto nace del deseo de dar un espacio propio a la lectura, el estudio y el encuentro. Antes, la biblioteca y la sala de estudios se dispersaban en aulas del antiguo instituto. Salinas necesitaba un hogar digno para sus libros y lectores.
El diseño de la biblioteca no estuvo exento de retos. El principal: su ubicación. Se construyó en los bajos de un edificio de vivienda social. Un espacio de perímetro irregular, entre portales de viviendas y bajantes de instalaciones, que condicionó usos, recorridos y accesos.
El proyecto es de largo recorrido: empezó en 2014. Se planificó en fases, contemplando sala de estudios, biblioteca y sala de usos múltiples. Hasta ahora, se han edificado las dos primeras.
Dos ideas fundamentales guían el proyecto de la biblioteca:
1️⃣ Crear un espacio continuo y fluido, sin particiones rígidas: solo puertas correderas ocultas y vidrio.
2️⃣ Cubrir y recoger: cubiertas fragmentadas que orientan y abrazan, evocando la casa tradicional.
Aquí, los libros son contenido y continente. Son arquitectura: envuelven el perímetro, esconden huecos de luz, se transforman en bancos donde leer, escuchar o jugar… Un proyecto pensado para gozar entre libros, independientemente de la edad y del género.
Al estar situada en la planta baja de un edificio de vivienda, se diseñaron distintas cubiertas para generar una sensación de cobijo. Como cuando un niño dibuja una casa y siempre incluye un tejado. Aquí, la cubierta no solo protege también orienta y da identidad a cada espacio.
Muebles diseñados a medida, soluciones inteligentes como cortinas ocultas que sirven de telón para cuentacuentos. Cada decisión suma ingenio y calidad para los/as usuarios/as de la biblioteca. Inspirado en la arquitectura del norte de Europa, el proyecto apuesta por aprender disfrutando, en espacios cálidos y naturales. Pone en valor materiales autóctonos como la madera y el zinc, conectando el interior con el bosque y el mar del concejo de Castrillón.
La zona infantil se diseña como un espacio de descubrimiento: una pirámide de madera bajo la que jugar, sentarse y escuchar cuentos, una pared de escalada para explorar y ventanas a su medida que invitan a mirar el mundo con curiosidad.
La fachada combina paneles traslúcidos y zinc, respetando e integrando la biblioteca en el edificio de viviendas existente. La luz natural y el confort térmico son protagonistas.
La dinamización del espacio es esencial. El trabajo de Rosa Rubio y, ahora, de Laura Prieto han convertido la Biblioteca de Salinas en un espacio vivo, flexible y conectado con su comunidad. Un lugar que respira cultura cotidiana. Esta biblioteca se vive. Entre concursos de postales, cuentacuentos de estudiantes o lecturas con perros de apoyo, crece un equipamiento para todos/as tejido junto a colegios, institutos y familias.
Ha sido reconocida con el XXV Premio Asturias de Arquitectura (2021) en la categoría de Edificación. Un reconocimiento a un proyecto que demuestra cómo la arquitectura puede ser herramienta de cohesión, igualdad y motor de desarrollo.
La Biblioteca de Salinas alberga más de 11.000 libros y ya ha superado los 6.000 lectores. Tiene más socios que habitantes el pueblo. Un espacio pequeño en escala, pero enorme en impacto cultural y social.