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Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España

FICHA DE LA PROPUESTA

 
COLEGIO OFICIAL DE ARQUITECTOS VASCO-NAVARRO - AND1136
Escuela inicial 140 en la comunidad de Santa Cruz de Villacuri "Barrio Chino", Ica, Perú.
edificación
 
Fecha de finalización de la obra:  2022-03-05
Obra nueva
760m2 de actuación
Colaboradores:  COAUTORIA: BETSAIDA CURTO REYES ; COLABORADORES: Huber Grabiel Canchis Agreda, Ingeniería Claudia Villanueva, Claudia Hervias, Freddy Dario Barreto Huerta, Victoria Arrighi, Cecilia Marcheselli, Valeria Vidal, Adrian Gonzalez Campo, Giordana Ch'aska Quispe
Presentado por: Autor

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Descripción:

Villacurí es un asentamiento humano, resultado de una invasión que comenzó hace 25 años y formada por inmigrantes de sierra y selva. Es un área de vivienda temporal y sin apenas planificación urbana. Se encuentra en el desierto peruano, a medio camino entre Ica y Paracas y al costado de la Panamericana Sur. Para el conductor, El Barrio Chino no existe, es un no-lugar. Parece que solo hay unos pocos comercios informales hechos con esteras, que aprovechan la obligada parada del peaje para vender sus enseres. Si el conductor se adentra, descubre una población más grande de lo pensado, pero desierta durante el día. Un lugar con miles de habitantes que trabajan de sol a sol en las agroexportadoras colindantes.Por la noche,Villacurí se llena de vida y los trabajadores vuelven a sus improvisadas viviendas, comercios y restaurantes. Una de las dificultades a las que se enfrenta esta población, habitada por los más vulnerables, es la poca atención recibida por los gobiernos. La escuela inicial nunca fue reconstruida tras el terremoto de 2007, por lo que sus 300 alumnos llevan años en aulas prefabricadas, donde las condiciones de ventilación y salubridad hacen difícil el aprendizaje. En 2019, la ONG All Hands and Hearts decidió reconstruir esta escuela. La identidad del entorno está formada por muchas culturas diferentes. El tejido urbano es anárquico, creado con diferentes técnicas constructivas que dependen de la procedencia de quien la construye: Esteras, caña brava, hormigón, ladrillo, madera..Identidades tan diversas han creado una nueva personalidad característica del lugar. La parcela tiene unas dimensiones ajustadas en el centro de la localidad. Se plantea una retícula de espacios con dimensiones proporcionales generando un juego de llenos y vacíos. Los llenos dan cabida a las 7 aulas y al edificio de servicios (baños,cocina y espacios del profesorado). Los vacíos crean tres espacios que complementan y se intercalan entre los edificios, desahogando la parcela. Se crea un anfiteatro- espacio de juegos, clases al aire libre y reuniones comunitarias-, un gran patio con ligeras sombras - actúa como aula al aire libre de psicomotricidad- y un comedor al aire libre bajo una gran sombra de caña brava y madera. Estas zonas están marcadas por elementos clave: sombras, bancadas y olivos. Son, al final, aulas sin muros. La respuesta constructiva nace de la comunidad que entiende su entorno como valioso. El denominador común entre las construcciones es la utilización de los materiales sin revestimiento, por economía. Así que lo adoptamos como concepto. Potenciamos los materiales tal y como son; ladrillo visto, concreto visto, estera, caña brava y madera. Esto supone un ahorro importante, sin dejar de poner en valor el edificio. La sinceridad del material ayuda a que la propia comunidad pueda sentirse identificada con la escuela y dignificar los métodos constructivos locales. Una de las mayores necesidades es combatir las altas temperaturas del desierto. Re-interpretamos las cubiertas tradicionales iqueñas formadas por una cámara de aire entre dos techos. Bajo la losa de hormigón, utilizamos un plano continuo de caña brava que genera una cámara de aire en el interior. Su prolongación genera elementos de sombra en el exterior. Esto, junto con la ventilación cruzada, ayuda a reducir considerablemente las temperaturas interiores. El perímetro exterior del edificio reinterpreta el perímetro de las edificaciones existentes, las cuales usan esteras como cierres.Es un material sustentable y tradicional hecho por artesanos de la zona. En el caso de la escuela, se necesitaba más seguridad, por lo que se diseñó un muro perimetral más firme con base de hormigón y estructura superior de madera y caña brava, que sirve de apoyo a las esteras. El resultado es un exterior reconocible por la comunidad y a la vez un seguro cierre para la institución. Al ser una escuela inicial, se pidió un grado alto de privacidad desde el exterior, a la vez que un fácil acceso para los padres a la hora de recoger a sus hijos. Planteamos un sistema de dos puertas: Un gran portón exterior que cierra completamente la escuela en horas lectivas, pero que en las horas de recogida se abre y hace que la acera se amplíe hasta la segunda puerta de la institución, creando así una pequeña plaza en la que esperar sentados mientras los niños salen de sus aulas. La segunda puerta se levanta hasta media altura, permitiendo la visión a los padres del centro, y dos posiciones, cerrada generando una barrera al paso y abierta a 90 grados que permite la salida rápida de los niños descongestionando el espacio. La caña brava y la estera son materiales locales que unifican el proyecto. Lo utilizamos como cierre, sombra, compartimentación… En el proyecto, ponemos en valor y potenciamos la dureza del entorno con las texturas y los materiales. La escuela no deja de ser una cuidada continuidad del contexto: esteras, olivos, caña brava, yucas, tierra…esto es el alma de Villacuri.

Valores:

Valores universales Villacuri es una población vulnerable de Perú.La escuela existente tenía unas condiciones de ventilación y salubridad deficientes.El diseño de la nueva escuela se centra en potenciar la salud y la vida de la comunidad a través de la dignificación de los edificios públicos. Optamos por materiales y técnicas tradicionales y sostenibles destacando su valor. Se maximizan los espacios con aulas exteriores entre los edificios, dotándolos de elementos simbólicos; graderías, olivos y tótems para acotar los espacios y dotarlos de identidad. Creamos un sistema pasivo para disminuir las altas temperaturas del desierto; En los edificios, se crea una cámara de aire ventilada entre la cubierta y los falsos techos de cana brava que también se extienden fuera de las aulas para proyectar sombras sobre las ventanas. Como resultado se tienen interiores frescos en contraposición con el calor del exterior lo cual mejora la calidad de vida de los usuarios.

Valores profesionales y éticos El proyecto parte de una iniciativa de la ONG AHAH. Se comienza evaluando las escuelas de la región de Ica que aún no habían sido reconstruidas tras el terremoto de 2007. Iniciamos un contacto continuado y participativo con la comunidad elegida para entender sus necesidades, con un acercamiento que viene desde la responsabilidad y el respeto a la cultura del lugar y sus valores. Durante el proceso, se potencia la intervención local así como la formación constructiva de agentes locales y voluntarios internacionales.La investigación de nuevos usos de los materiales tradicionales fue un proceso de aprendizaje mutuo a través de una puesta en común de saberes, tanto de gestión como de construcción. En todas las tareas de este proceso, desde el diseño, la ejecución y el constante seguimiento, se logra una participación sin distinción de género, edad, clase social o procedencia. Como resultado, se genera un edificio con dignidad e identidad merecida para el bien común.

 
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Sobre los autores.

Betsaida Curto Reyes (Asturias 1985) estudio arquitectura en la ETSA de A Coruña. En 2018 viaja a Latinoamérica en busca de nuevas oportunidades y arquitecturas. Desde entonces ha trabajado en cooperación internacional, centrando su trabajo en las comunidades, técnicas y materiales locales. Su arquitectura se centra en la comprensión del lugar, las necesidades de sus usuarios, y el respeto a las culturas y arquitecturas locales. Valorando sobre todo la dignidad y calidad arquitectónica que todo usuario merece tener en los espacios que habita. Es cofundadora de la ONG CBC en donde desarrolla todos sus principios arquitectónicos al servicio de las comunidades más necesitadas y colabora con varios estudios de arquitectura, en donde continúa centrándose en el diseño reflexivo inspirado en el territorio y culturas locales. Su arquitectura ha sido reconocida como Finalista de los Premios FAD 2022, Finalista de la XII BIAU por la ‘Escuela infantil en Cerro Colorado, Arequipa, Perú’. Ander Bados Sesma es arquitecto por la ETSAC y la FAUP. Trabajó entre España,Portugal y Perú entre 2015-2022 creando su estudio profesional en Bilbao en 2018. Actualmente mantiene una fuerte vinculación con el país andino donde se desarrolla la mayoría de su obra, dedicada a la cooperación. Se caracteriza por trabajar entre el lugar y el diálogo colectivo comunitario. Los proyectos se desarrollan mediante un minucioso estudio del terreno y de las artes tradicionales entendiendo siempre lo existente como valioso.Se nutre de técnicas y recursos locales y la esencia de su obra reside en el respeto máximo a las comunidades y su arquitectura. Esta forma de trabajo ha sido reconocida con el Premio ARQUIA/PRÓXIMA 2020 “Vivienda para maestros en la comunidad de Llullucha” Finalista de los PREMIOS FAD INTERNA. 2022 y Finalista XII BIAU “Escuela infantil en la comunidad de Cerro Colorado,Arequipa”; Premio EUROPAN 13 Ha divulgado su trabajo a través de conferencias en Perú,España,Holanda,México.