En 1985, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, atendiendo a una recomendación de la Comisión de Asentamientos Humanos, designó que el primer lunes de octubre de cada año sería el Día Mundial del Hábitat, con el objetivo de reflexionar sobre el estado de nuestras ciudades, al mismo tiempo que premiar organizaciones o individuos por su excelente contribución a la mejora de las condiciones de los asentamientos humanos.
En 1997, la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) decidió sumarse a esta iniciativa y también instituyó el primer lunes de octubre de cada año como Día Mundial de la Arquitectura, coincidiendo con el Día Mundial del Hábitat. Desde entonces, en esta fecha se celebran varias actividades conmemorativas a escala mundial por parte de las secciones nacionales de la UIA, las agrupaciones profesionales de arquitectos y otras instituciones vinculadas con la arquitectura.