Discurso de SAR el Príncipe de Asturias en la entrega de la Medalla del CSCAE y los Premios de Arquitectura Española Internacional

escudo_casa_realPalabras de Su Alteza Real el Príncipe de Asturias en la entrega de Premios de Arquitectura Española Internacional y de la Medalla del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España .

Me alegra mucho poder asistir este año a la entrega de los “Premios de Arquitectura Española Internacional” y de la “Medalla del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España”, y que hacerlo me traiga de nuevo a este Palacio del Senado. Gracias Presidente, por acogernos aquí. Y muchas gracias al Consejo de Arquitectos por la invitación y sobre todo por todo su esfuerzo para difundir la arquitectura española, dando a conocer la calidad de nuestros arquitectos y de las empresas españolas. Les felicito por ello y por la iniciativa de estos premios. Y a los galardonados, como no, mi sincera enhorabuena.

Podemos decir con orgullo y confianza que España es una referencia mundial en el ámbito de la arquitectura, gracias sobre todo a la creatividad y la excelencia de nuestros profesionales, de personas como los premiados de hoy. Es cierto que no nos faltan ni tradición ni historia, como ocurre en la ingeniería civil o de construcción, sobre las que edificar o avanzar en conocimiento, creatividad y excelencia. Pero es a su talento y trabajo que debemos nuestro prestigio en esta materia; que se reconoce, entre otras cosas, por integrar el arte con la tecnología y el urbanismo; y que, precisamente por ser apreciado en todo el mundo, contribuye de una manera tan clara y sólida a fortalecer y difundir la mejor imagen de nuestro país.

 

Tanto aquí como fuera de España, los arquitectos se suelen caracterizar por su compromiso con la sociedad en la que viven y para la que trabajan, al favorecer que las viviendas y las ciudades sean cada vez más confortables y de mayor calidad. Arquitectos y urbanistas tienen el reto de concebir sus obras teniendo en cuenta las implicaciones derivadas de la utilidad social, la racionalidad constructiva, la sostenibilidad, la planificación urbanística o el respeto al medio ambiente y al entorno paisajístico. Se trata, en suma, de un compromiso con las personas para encontrar respuestas válidas a los desafíos del contexto exigente y cambiante en el que vivimos; y, al mismo tiempo, se trata de proponer avances, modulando los gustos o simplemente reflejando éstos y también las diferentes sensibilidades y culturas.

 

La famosa definición de “vivienda” que acuñó Le Corbusier cuando habló de ella como “la máquina para vivir”, refleja muy bien la dimensión, no sólo estética y funcional, sino sobre todo humana, de la Arquitectura. Por ello, puede decirse que la Arquitectura es patrimonio de todos los ciudadanos, porque forma parte de nuestro acervo colectivo, del patrimonio de nuestra civilización.

 

En este sentido, España es una nación privilegiada, pues posee un patrimonio histórico-artístico de valor incalculable, una herencia monumental que hemos recibido de nuestros antepasados y que tenemos que apreciar y cuidar siempre. Debemos subrayar la importancia de las labores de restauración, conservación, mantenimiento y puesta en valor de un legado extraordinario que estamos obligados a conservar como un verdadero tesoro cultural, social y económico, y auténtica seña de identidad de nuestro país.

 

Señoras y Señores,

 

Todos somos conscientes de las dificultades por las que atraviesan los sectores en los que los arquitectos desarrollan más directamente su actividad; dificultades que han llevado a muchos profesionales y estudios de arquitectura españoles a explorar las posibilidades de trabajo más allá de nuestras fronteras. Nuestras empresas son cada vez más demandadas por la preparación, la constancia y rigor en el trabajo y la calidad de quienes las integran. También en el ámbito académico internacional nuestros arquitectos están en primera línea.

 

No cabe duda de que España tiene en las personas, en su valía profesional, en el capital humano, uno de sus principales activos; y que, además, explica −o es una de las principales causas− del éxito y de los triunfos que están cosechando tantos profesionales españoles en el exterior.

 

Y esas características, referidas a los profesionales de la arquitectura, han sido también causa del progreso general de España en los últimos decenios. Hoy, el afán de superación y de permanente mejora que representan nos debe conducir de nuevo a poner todas nuestras capacidades al servicio del conjunto de la sociedad, de su bienestar, para superar la crisis económica. La prioridad y máxima urgencia la tenemos en la necesidad de crear empleo, pero también debemos seguir mejorando en productividad y en competitividad, así como en proyección y presencia internacional y en la eficiencia general de nuestra economía.

 

Por eso, honrar y premiar la excelencia y las mejores prácticas, reconocer a los que se abren camino con gran esfuerzo por mantener siempre alta la exigencia de rigor y calidad, y agradecer el ejemplo que representan para los demás, sobre todo para los más jóvenes que todavía estudian o están dando sus primeros pasos en la vida profesional, es siempre una buena iniciativa. Hacerlo, como lo hacéis con estos galardones, contribuye, en definitiva, a ese objetivo de mayor bienestar para todos.

 

Gracias y felicidades tanto al CSCAE como a los galardonados. Estoy seguro de que la Arquitectura española seguirá dando el mejor ejemplo de dinamismo, superación y excelencia, dentro y fuera de nuestras fronteras. Así, el avance de nuestra arquitectura en el mundo será también un indicador del progreso de la economía española en su conjunto

 

Muchas gracias.

 

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