#HacemosCSCAE Entrevista a Jose María García de Acilu, Decano del COA León

José María García de Acilu (Zamora, 1955) repite el cargo de Decano en el Colegio Oficial de Arquitectos de León (COAL) tras las pasadas elecciones realizadas el 19 de mayo de 2018.

Con motivo de la toma de posesión en su última Junta de Gobierno realizada el 27 de junio hemos contactado desde el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) con el Decano y Consejero por el COAL para acercar su punto de vista y experiencia en el mundo colegial a los arquitectos de toda España, prestando en la conversación mucha atención en la prioridad que tienen los Colegios en la actualidad para conseguir que los jóvenes arquitectos se colegien y participen de la vida de nuestras instituciones. 

Jose Maria Garcia de Acilu 5 copia

Fotografía: Leal

¿Cuáles son sus principales hitos destacables y trayectoria profesional a modo de carta de presentación para que le conozcan el resto de arquitectos de España?

Sobre todo me he dedicado a enseñar y a acercar la arquitectura a la gente joven en tareas de divulgación.

Me dediqué a la arquitectura una vez acabada la carrera, en plena crisis del petróleo del 79 y 80. El trabajo estaba muy mal y estuve durante cuatro años de emigrante en Sudamérica buscado trabajo y tras regresar de aquel periplo empecé a dar clase, profesión que también había ejercido mi padre, y desde entonces ejercí como profesor de dibujo hasta mi jubilación.

Hace quince años fui premiado con el premio Giner de los Ríos, que es una de las máximas distinciones nacionales que se otorgan a los profesores de secundaria.

Respecto al COAL, he estado siempre muy vinculado a él como colegiado, como Secretario y Tesorero de la Delegación de Zamora y, dato que tal vez pocos conozcan, trabajando en él como informático.

¿Qué inquietudes actuales tiene como arquitecto respecto a nuestra profesión, tanto las que ha visto en toda tu etapa como docente como en la actual al cargo del COAL?

Lo que me preocupa como Decano es el grado de afección de la crisis hacia los arquitectos, tanto a los jóvenes que les ha impedido el acceso al mundo laboral, como a los mayores, quienes de repente se han encontrado en una situación de carencia de trabajo obligando a desmontar estudios que en muchas ocasiones ha supuesto una gran amargura económica. Quienes viven en ciudades pequeñas como la mía, lugares donde conoces a todos los arquitectos, es imposible no conocer sus historia y las situaciones que pasan. Mi otra preocupación fundamental es que los más jóvenes no se desvinculen del Colegio.

¿Qué cree debe hacerse para fomentar la colegiación entre los más jóvenes?

No corren buenos tiempos para los jóvenes en ningún sector. En nuestro caso, el mercado está tan mal que los arquitectos mayores están haciendo lo que hacían los jóvenes; esto suelo comentarlo con mi hermano  mayor y arquitecto como yo, con esta frase “estamos terminando nuestra profesión como cuando la empezamos: haciendo trabajos que antes nos delegaban los arquitectos mayores”.

Las acciones que podemos hacer para empezar pasan por ofrecer formación subvencionada, realizar cuotas de colegiación hiperreducidas o casi nulas, hasta que los que se colegien puedan empezar a pagar las cuotas. También favorecer la integración de los nuevos colegiados en Grupos de Trabajo más amplios donde puedan adquirir experiencia y luchando contra la imagen del becario perpetuo, que por ganar un poco de experiencia salta de trabajo en trabajo sin remunerar o siendo muy poco remunerado. En el Colegio ya hacemos actividades subvencionadas con los que se da a arquitectos jóvenes, gracias a convenios o acuerdos con diputaciones, trabajos relacionados con la arquitectura y que nos ayudan a que no se desvinculen de la profesión, que no se quemen y que tengan contacto con ella.

Junto a esto, ¿qué otros objetivos se van a priorizar durante su mandato?

Intentar disminuir la desafección de los arquitectos con el Colegio, que en parte se ha generado por los avances tecnológicos. Hoy en día la relación con el colegio apenas es física; antes había una afección familiar porque para muchas cosas debías acudir y de paso te encontrabas con otros compañeros, con trabajadores del centro, etc. Ahora casi todo se hace online desde casa y parece que la única relación que hay con el Colegio es la factura que te llega con la cuota colegial o cuando has presentado un trabajo. ¿Cómo revertir esa desafección? Pues haciendo actividades que sean atractivas para los colegiados como cursos presenciales con el precio ajustado a los costes que el colegiado puede asumir, recuperar la realización de actividades culturales, que con los años de la crisis no hemos podido realizar muchas, y hacer que los colegiados sientan el colegio un poco como suyo.

¿Esta desafección puede estar relacionada con la visión que tiene la sociedad de las profesiones colegiadas?

Por supuesto. La sociedad tiene de las profesiones colegiadas una visión parecida a como si fueran lobbys, pero las profesiones colegiadas, aparte de defender su profesión defienden los derechos de los usuarios en cuanto a que son las controladoras de la deontología de la profesión. Nosotros defendemos la sociedad y la arquitectura que en el fondo es un bien común. Tenemos que conseguir que se nos aprecie como defensores de la buena arquitectura y de la ciudad.

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