El Centro de Exposiciones y Congresos de Ávila logra el Chicago Athenaeum 2011

mangado_avilaMadrid, 23 ago (EFE). Belén Palanco - El Centro de Exposiciones y Congresos de Ávila, que acaba de lograr el Chicago Athenaeum 2011, uno de los premios de arquitectura más importantes del mundo, es un edificio que dialoga con el paisaje y la ciudad de Ávila y que respeta la relevancia visual e histórica de su Muralla. De esta manera explicó hoy el arquitecto navarro Francisco Mangado, en entrevista telefónica con Efe, qué fue lo que persiguió al proyectar el Centro de Exposiciones y Congresos de Ávila.

En España, ese edificio avilés ha sido premiado ex aequo con La Llotja, un centro de conferencias y teatro de Lérida, entre 90 proyectos internacionales cuya selección anunciaron el Chicago Athenaeum y el European Centre for Architecture Art Design and Urban Studies (Centro Europeo de Arquitectura, Arte, Diseño y Estudios Urbanísticos) el pasado 21 de julio en Varsovia.

El Centro de Exposiciones y Congresos de Ávila, que ya fue seleccionado en los premios FAD 2010 y Mies Van der Rohe 2011 y en la XI Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, es un ejercicio de “sutileza y humildad” con la orografía de la región y con la escala de la Muralla de Ávila, explicó su creador.

La proporción y configuración de la Muralla, considerada uno de los ejercicios de arquitectura militar más señeros del románico europeo, han condicionado desde el primer momento el diseño de la construcción, muy horizontal en su base, así como la altura y escala, detalló el arquitecto. De ahí que un aspecto clave del Centro de Exposiciones sea que su planta baja no está a ras del suelo, sino por debajo del nivel de la plaza ajardinada desde la que se accede al edificio, comentó. El propósito de este juego de ingeniería es que la estructura del edificio, ya de por sí muy horizontal, no oculte las vistas de esa ciudad que la UNESCO consideró en 1985 patrimonio de la humanidad y, a su vez, que desde el casco antiguo se pueda ver el Centro integrado en el paisaje avilés.

Uno de los factores claves de esa integración del Centro es el uso del “granito”, procedente de una cantera situada en “la frontera entre Galicia y Portugal” y cuya tonalidad “dorada se asemeja al original de la ciudad de Ávila“, apuntó Mangado.

A través del granito, el Centro de Exposiciones de Ávila se integra en una ciudad que es densa por su monumentalidad y su elevado rango artístico y arquitectónico tras su paso por ella de las civilizaciones romana, cristiana, musulmana y judía, así por el hecho de estar hecha de piedra y de que su subsuelo sea, a su vez, granítico, explicó el arquitecto. “Metafóricamente – dijo Mangado (Navarra, 1957) -, el Centro de Exposiciones es un edificio denso, como una roca anclada en el terreno, que establece un diálogo personal y respetuoso con la ciudad y la muralla”.

En los 22.000 metros de superficie y los 6.000 metros de zona ajardinada, la orografía también ha sido un factor determinante en el diseño geométrico de sus plantas. De esa manera, los auditorios y las salas principales son ortogonales y alargadas, mientras que la sala de exposiciones es más irregular y se adapta a la topografía, según el texto del proyecto. En su estructura, el Centro de Exposiciones es un edificio que consigue su volumen por la superposición de salas rectangulares de inspiración minimalista y que a su vez está dotada de una iluminación natural en los auditorios, gracias a unas cubiertas que permiten la entrada de la luz cenital.-EFE

 

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