¿QUE ES EL COBRE?. HISTORIA

PREHISTORIA. El Cobre fue el primer metal conocido por el hombre. Aunque resulta muy difícil establecer la fecha en la que empezó a ser utilizado, se tiene una primera evidencia de su uso entre los años 8000 y 4000 a. C.  El hombre descubrió que podía fabricar pequeñas piezas de adorno a partir de pepitas de metal nativo presentes en la naturaleza.

EDAD DE BRONCE La obtención del metal combinado con otros elementos, empezó mucho más tarde, alrededor del año 3500 a. C., seguramente como resultado de un contacto accidental del fuego con algún mineral cuprífero. El hombre no tardaría en darse cuenta que con la combinación del cobre y el estaño se obtenía una sustancia mucho más dura y de mayor utilidad para la fabricación de herramientas, armas y utensilios diversos. Así surgió la primera aleación conocida y que dio su nombre a una época de la historia la humanidad: La Edad de Bronce. Hacia el año 1500 a.C., el uso del cobre y del bronce se había extendido ya por todo el viejo mundo. Se descubren nuevas aleaciones y se empieza a trabajar con ellas 500 años después. Desde pequeñas figuras para soportes o asas de espejos y estuches, hasta armaduras de guerreros, y grandes esculturas.


EDAD MEDIA Durante la Edad Media se siguió utilizando el cobre, y especialmente sus aleaciones, en innumerables aplicaciones, entre las que cabe destacar la fundición de grandes cañones y campanas.

EDAD MODERNA. En los tiempos modernos, la electricidad marcó el principio del uso del cobre en grandes cantidades, debido a sus características especiales, que lo hacen idóneo como material básico para la conducción de esta energía. Ya en 1729 fue utilizado un alambre de latón para el primer intento que se conoce de transmisión de una corriente eléctrica. Su utilización masiva, tal y como hoy la conocemos, empezó a desarrollarse en sus múltiples aplicaciones a principios del siglo XX.


SIGLO XX. En el último siglo, el cobre se ha convertido en el material básico allí donde la electricidad resulta necesaria, es decir, prácticamente la totalidad de las actividades industriales y domésticas.

SIGLO XXI. En la actualidad cada ciudadano europeo hace uso de más de 9 Kg de cobre al año (EU 15) respondiendo a las necesidades de la nueva economía.
El cobre acelera el desarrollo de tecnología (ADSL, ordenadores, telefonía móvil,…) y suministra energía e información a nuestras viviendas y oficinas. Al mismo tiempo este metal aporta soluciones a problemas emergentes en nuestra industria como la calidad de la energía eléctrica, mitigando las perturbaciones originadas principalmente por el uso intensivo de equipos electrónicos.
Por otra parte el cobre, debido a su excelente conductividad eléctrica y térmica está  íntimamente ligado al ahorro y eficiencia energética así como el uso de energías renovables,contribuyendo a la disminución de emisiones de CO2 y a la lucha contra el cambio climático.
Las nuevas regulaciones europeas sobre protección de la salud de los consumidores ponen en vigencia de nuevo la seguridad del uso del cobre en las instalaciones domiciliarias de agua potable frente a materiales obtenidos mediante síntesis química.